La infraestructura es un pilar fundamental para el desarrollo, ya que es un sinónimo de competitividad, impulso económico e integración. A su vez, y en forma creciente, la infraestructura es un sinónimo de calidad de vida, equidad e inclusión social. Sin embargo, la infraestructura y los servicios derivados de su utilización deben responder de manera asertiva al conjunto de desafíos que enfrenta el país: urbanización acelerada, universalización del acceso a los servicios básicos de agua, electricidad y saneamiento; adaptación y mitigación del cambio climático; y desastres naturales.
Para hacer frente a estos retos, México requiere de mayor y mejor inversión en infraestructura; así mismo, se requiere de soluciones innovadoras enfocadas en la calidad del servicio que presta la infraestructura.
Debido a esto, una de las principales estrategias debe ser priorizar las acciones para comenzar un proceso de adopción de una nueva visión, en la cual la infraestructura se planifica, se construye y se mantiene para proveer servicios de calidad adecuada que promuevan el crecimiento sostenible e inclusivo.
En este sentido, las principales áreas de acción deben implicar y enfocarse en:
- Promover el acceso a los servicios de infraestructura. Fundamentalmente se debe de lograr el acceso al agua y saneamiento en el ámbito urbano y rural, de tal manera que se logre un impacto directo en la reducción de la pobreza.
- Apalancar la participación del sector privado en infraestructura. Se necesita desarrollar instrumentos financieros para aumentar la participación de la iniciativa privada en la infraestructura, y de esta manera incrementar la calidad y cantidad de infraestructura.
- Adoptar una agenda multisectorial. Existe una necesidad de expandir enfoques multisectoriales que permitan aprovechar las sinergias entre los distintos sectores de infraestructura.
- Impulsar una infraestructura ambiental y socialmente sostenible. El objetivo es incluir los componentes críticos de la sostenibilidad ambiental (mitigación del cambio climático y conservación de la biodiversidad) desde el inicio del ciclo del proyecto.
- Mejoras continuas en la gobernanza de la infraestructura. Principalmente existen grandes oportunidades de mejorar la transparencia y supervisión del desempeño, calidad y sostenibilidad de la infraestructura desarrollada.
Como podemos observar, la adopción de nuevos procesos y de tecnologías modernas para la producción y gestión de servicios de infraestructura tiene el potencial de aumentar el acceso, minimizar costos y contribuir a la sostenibilidad ambiental. Así mismo, es fundamental que la infraestructura que se desarrolle en México en los próximos años apoye la construcción y mantenimiento de esquemas social y ambientalmente sostenibles para que contribuyan a aumentar la calidad de vida en el país.