Durante los últimos años se han llevado a cabo importantes acciones que han permitido mejorar considerablemente la situación del sector hídrico mexicano: Se multiplicaron las inversiones para incrementar la eficiencia de los organismos operadores de agua potable y alcantarillado; se fomentó la diversificación del sector hidroeléctrico a través de nuevas concesiones; y se comenzó un importante programa de tratamiento de aguas residuales municipales que busca alcanzar una cobertura universal.
A pesar de estos significativos avances, existen retos importantes por resolver en el sector, por tanto, existen áreas en las que se requiere impulsar esfuerzos sostenidos para mejorar el sector hídrico por el lado de la oferta.
De esta manera, una de las responsabilidades básicas del estado es proveer servicios públicos de calidad y, sin duda, el más importante es el agua potable, ya que se trata de un derecho humano indispensable para vivir dignamente; por tal motivo, los elementos principales del derecho al agua que se deben tener en cuenta son:
- La disponibilidad. El abastecimiento de agua de cada persona debe ser continuo y suficiente para los usos personales y domésticos.
- La calidad. El agua necesaria para cada uso personal o doméstico debe ser salubre y, por tanto, no debe contener microorganismos o sustancias químicas o radioactivas que puedan constituir una amenaza para la salud de las personas.
- La accesibilidad. El agua y las instalaciones y servicios de agua deben ser accesibles para todos, sin discriminación alguna, dentro de la jurisdicción del estado parte. La accesibilidad presenta cuatro dimensiones superpuestas:
- Accesibilidad física. El agua y las instalaciones y servicios de agua deben estar al alcance físico de todos los sectores de la población. Debe poderse acceder a un suministro de agua suficiente, salubre y aceptable en cada hogar, institución educativa, lugar de trabajo o en sus cercanías inmediatas.
- Accesibilidad económica. El agua y los servicios e instalaciones de agua deben estar al alcance de todos. Los costos y cargos directos e indirectos asociados con el abastecimiento de agua deben ser asequibles y no deben comprometer ni poner en peligro el ejercicio de otros derechos reconocidos.
- No discriminación. El agua y los servicios e instalaciones de agua deben ser accesibles a todos de hecho y derecho, incluso a los sectores más vulnerables y marginados de la población, sin discriminación alguna por cualquiera de los motivos prohibidos.
- Acceso a la información. La accesibilidad comprende el derecho de solicitar, recibir y difundir información sobre los asuntos del agua.
Como conclusión, de acuerdo a los puntos anteriores, es necesario establecer políticas públicas que organicen la realización progresiva del derecho humano al agua. De esta manera, México, como país, debe garantizar el acceso a este recurso organizando a la federación, las entidades federativas y los municipios, mientras procura que los particulares, personas morales o algún agente del Estado no restrinjan a ninguna persona en el goce de este derecho.