El reúso del agua es considerado un componente importante de la política de gestión del agua principalmente debido a los problemas derivados de la escasez de agua. Además, representa una oportunidad de reducir la necesidad de invertir en grandes proyectos de infraestructura, al mismo tiempo que ayuda a proteger el medio ambiente.
La reforma a la Ley de Aguas Nacionales de 2004 define al reúso del agua como “la explotación, uso o aprovechamiento de aguas residuales con o sin tratamiento previo”. No obstante, el concepto actual de reúso del agua alude al reúso directo, es decir, el tratamiento de las aguas residuales y su reutilización dentro del territorio en el cual un asignatario provee el servicio público domiciliario de agua potable o en las instalaciones de un concesionario, o bien, conduciéndola mediante un canal o tubería hacia un sitio distinto para beneficio de un tercero.
En este sentido, el reúso municipal del agua tiene ciertas ventajas, entre las cuales se encuentran:
- La mayor parte del reúso urbano del agua, por ejemplo, en inodoros y lavado de vehículos e instalaciones industriales no es consuntivo; en consecuencia, el agua se puede reusar nuevamente para usos consuntivos subsecuentes como el riego de áreas verdes urbanas, la agricultura o la industria.
- Los mercados urbanos para el reúso del agua por lo general están más próximos a los sitios de donde provienen las aguas regeneradas que las áreas de riego agrícola; por tanto, el costo de conducción del agua es menor.
- El reúso urbano del agua por lo general posee un mayor valor económico que el reúso agrícola, ya que puede ser medido y cobrado en volumen.
En resumen, el tratamiento de las aguas residuales para su reúso directo puede tener un costo inferior que desarrollar nuevas fuentes de agua de primer uso, particularmente para reúsos que requieren una baja calidad del agua, como los usos no destinados al agua potable.
En otras palabras, el reúso de las aguas residuales tratadas depende de la rentabilidad del reúso, y se debe dar en condiciones en las que:
- El precio del agua residual tratada es más económico que el del agua de primer uso.
- La calidad del agua de reúso no es una restricción.
- Los caudales de las aguas residuales tratadas satisfacen las necesidades de quien las reúsa.
De esta manera, el principal motivo para reusar el agua reside en que el incremento en el uso del agua -producto del aumento de población, del mayor uso per cápita de agua y del crecimiento de las áreas urbanas- ha conducido a la sobrexplotación de múltiples cuencas y acuíferos y, por tanto, no es razonable seguir usando el agua sólo una vez y disponer de ella: el reúso del agua se ha vuelto un componente importante en la administración integrada de los recursos hídricos.
Finalmente, hoy en día se deduce que al potabilizar el agua se elimina cualquier elemento o compuesto que contenga, esto es un terreno poco explorado aún, ya que los contaminantes emergentes están presentes en una infinidad de productos de aseo, estética y salud personales, insecticidas domésticos, pinturas y aditivos en productos comestibles.