Actuar frente al cambio climático es un tema de emergencia para todos; a medida que las emisiones nacionales y globales crecen a un ritmo acelerado, las soluciones se antojan no sólo necesarias, sino urgentes. ¿Cómo podemos incidir desde lo urbano y combatir el cambio climático?
Para llevarlo a cabo, es necesaria una reforma urbana que genere transformaciones en las ciudades y zonas metropolitanas de México. Este tema debe ser prioritario en la discusión pública y del gobierno; para esto, es fundamental realizar propuestas, análisis y estudios que busquen incorporar de manera equilibrada las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo territorial, considerando la planeación del territorio, la gestión metropolitana, la regeneración urbana, así como las políticas de construcción e infraestructura.
Por otra parte, el acelerado ritmo de crecimiento y urbanización también provoca la necesidad de contar con nuevas inversiones y desarrollos de infraestructura sostenible que permitan a las ciudades no sólo ser más resistentes al cambio climático, sino también impulsar el crecimiento económico y la estabilidad social.
De esta manera, uno de los mayores beneficios de implementar el desarrollo de infraestructura fiable, sostenible, resiliente y de alta calidad es promover una industrialización inclusiva por medio de la utilización de los recursos con mayor eficacia y fomentar la adopción de tecnologías y procesos industriales que permitan velar por el mejoramiento de la calidad de vida en toda actividad humana.
Es importante señalar que la adopción de estas medidas no sólo otorgan un desarrollo económico sólido, la creación de empleo y la compra de bienes y servicios locales, sino que también aumenta los impactos sociales positivos y promueven un uso más eficaz y eficiente de los recursos financieros.
Finalmente, es significativo mencionar que cada vez más los interesados en el proyecto, y la sociedad civil en general, están exigiendo y esperando, que la sostenibilidad económica y medioambiental se integren en los proyectos de infraestructura. La urgencia de hacerlo está ahí y es necesario comenzar el proceso ahora para lograr que la nación sea más segura, más fuerte y más sostenible.
