Hoy en día México requiere de más y mejor infraestructura, a fin de mantener la competitividad social y económica en la región. Para lograr esto, es necesario incrementar la inversión e implementar políticas públicas integrales que impulsen el crecimiento económico como factor esencial para tener una mejor calidad de vida en el país.
En este contexto, desarrollar políticas públicas enfocadas a la infraestructura hidráulica resulta fundamental para coordinar la acción de las autoridades del agua con las de agricultura y de los servicio de agua potable y saneamiento; además de abordar los principales problemas sociales y ambientales derivados del rezago en mantenimiento en la infraestructura existente.
Así, la forma más perfeccionada de una política pública es un programa presupuestario, en el cual se deben ordenar un conjunto de proyectos de inversión. En este programa, es crucial captar y capacitar recursos humanos suficientes para construir y operar las redes y sistemas de conducción, distribución y aplicación del agua.
De esta manera, la gobernanza del agua en México se vería fortalecida si se aboca especialmente a:
1. Robustecer el sistema de asignación de derechos de uso del agua y verificar el modelo de asignaciones de concesiones de la misma.
2. Mantener la estructura institucional para la administración del agua fuera de las secretarías de Estado que tienen un interés económico en el uso de ésta.
3. Establecer una correspondencia entre las demandas sociales y el financiamiento público de la construcción, expansión, mantenimiento, operación y rehabilitación de la infraestructura hidráulica.
4. Mantener la construcción y operación de la infraestructura hidráulica así como la provisión de los servicios públicos de agua bajo la óptica del interés general.
5. Promover la instrumentación de subsidios cruzados con la finalidad de proveer los servicios públicos de agua de una manera más eficaz.
6. Extender la participación pública para que las personas puedan pronunicarse sin el requisito de tener un interés jurídico o económico individual en un caso específico.
7. Desarrollar un mecanismo financiero públicamente aceptable para el tratamiento de las aguas residuales urbanas e industriales, a fin de disminuir la contaminación.
8. Definir un gasto ecológico en las cuencas donde se tienen lagunas costeras o ecosistemas de agua dulce y considerar ese volumen como una restricción a la cual no puedan acceder los usuarios potenciales de las aguas nacionales para fines socioeconómicos.
9. Diseñar y poner en marcha una institución arbitral o jurisdiccional para resolver conflictos hídricos entre personas físicas, personas morales, autoridades municipales, estatales, y federales, además de otras organizaciones y sectores.
10. Elaborar criterios y procedimientos ambientales, sociales y económicos para evaluar el diseño e instrumentación de políticas públicas hídricas y de los servicios públicos de agua potable y saneamiento.
Además del conocimiento técnico, resulta de particular importancia capacitar al personal del sector hídrico para que tenga un perfil social que le permita atender las inconveniencias que se suscitan cuando se construye infraestructura hidráulica, tanto en zonas rurales como en áreas urbanas.
Finalmente, pero no por eso menos importante, es indispensable un entrenamiento a la población. Mediante herramientas didácticas se debe difundir la noción del valor del agua, ejemplificar las maneras de uso responsable –entre las que se debe poner un énfasis especial en el saneamiento y el reúso del agua-, y ofrecer capacitación elemental a los ciudadanos para detectar y reportar fugas, denunciar el desperdicio de agua y el vandalismo a las fuentes de abastecimiento.
Es importante señalar que desarrollar la infraestructura que el país necesita no es labor de un solo actor, se requieren sinergias entre los tres niveles de gobierno y organismos empresariales. Estoy convencido que, si actuamos de esta manera, nuestra sociedad alcanzará mayores niveles de bienestar y calidad de vida, bajo un marco de equilibrio y sustentabilidad.